Vuelve el perro arrepentido

Podría ser el dicho del Chavo del 8 lo que mejor exprese este momento… volver al blog… luego de dejarlo abandonado casi todo el año.

Ha sido un año especial… con el tema de la cuarentena por la pandemia muchos de los planes que uno tenía quedaron por la mitad… y terminé haciendo cosas virtuales que no pensaba hacer. Ya haré un resumen del año como para dejar constancia.

En la previa de la Navidad dejo todo… hasta febrero. Es para despejar la mente y tomar fuerzas para todo un año de producciones virtuales. Así que se podría decir: ¡estoy de vacaciones!!! (aquí le pondría un emoji… tan acostumbrado que estoy a las redes sociales… pero no… este es el blog y los emojis no tengo de usarlos aquí… mejor expresarme con palabras… ¿no?).

Y si estoy en un parate… ¿por qué volver al blog? Simplemente porque estoy extrañando este espacio informal de expresión… poder hablar de todo, sin acartonamientos y sin complejos. No que los otros espacios sean acartonados o tenga complejos al hablar (otro emoji… jaja). No.

Simplemente que no dan para este tipo de entradas más sencillas y sin tanta alharaca. Bueno… en La Hora de la Pasión tampoco estaba tan acartonado este año… (emoji de risa).

Pensé retomar la página de Facebook para expresarme allí. Pero no me gustan los comentarios altisonantes de los que opinan simplemente desde una ideología o el odio a la religión. Por eso no lo uso mucho. Bah… no lo uso nada.

Que tu mano venga en mi ayuda

Porque yo elegí tus preceptos.

Salmo 119,173

El blog era un lindo espacio para compartir lo diario… comentar lo que ocurría… opinar sobre la realidad… contar experiencias… Entonces… ¿por qué no regresar?

Esta es la primera entrada de esta “nueva temporada”. Estoy un poco oxidado… pero ya va a salir. Espero que estés todavía por ahí. Tengo que volver a darle un formato que me agrade… y a subir contenidos diarios… mañana me voy a poner a trabajar en eso… por ahora… ¡volvimos!!!