Nos decía en una carta pastoral Mons Mario Maulión a principios de este año: “queremos invitar a todos los fieles creyentes de nuestra Arquidiócesis a dedicar el Año de la Familia, que comenzamos en este día 25 de marzo de 2010 y lo prolongamos por nueve meses hasta la celebración del Nacimiento de Jesús. Buscamos conocer mejor la realidad maravillosa del hombre, mujer y varón, del amor, de los hijos, de la familia, del vínculo maravilloso de la fecundidad y de la fidelidad. Buscaremos consolidarnos en la solidez de la familia. Los tiempos son difíciles: ya lo decía Jesús. Son muchas las maneras como se debilita la moral y las sanas costumbres diluyendo los valores que han hecho y hacen consistentes al hombre, a la familia, a la sociedad.

En verdad, ha sido un año “complicado” para quienes camina en la fe en la Argentina, especialmente en Paraná. Distintos acontecimientos han puesto de manifiesto que el sustento popular de una cultura cristiana se ha desgastado. Y en la base de este deterioro está la valoración para construir una familia integrada por mamá, papá e hijos. Hoy hay muchos “modelos” concretos de familia rondando a nuestro alrededor. Por esto, en las tres fiestas patronales de nuestra parroquia (dos de las capillas y la de la sede) nos hemos fijado como meta “recuperar el respeto por la familia” tomando como modelo la de Jesús de Nazareth.

En este contexto, queremos anunciar la buena noticia de la familia cristiana en el mismo seno de la familia cristiana: los hogares. Con este motivo hemos redimensionado la novena de la fiesta patronal. Como es tradicional, se celebrará la Eucaristía en el templo durante nueve días consecutivos como preparación a la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Pero hemos querido, también y sobre todo, trasladar la novena al seno mismo de los hogares. Al momento ya hay comprometidas más de 120 casas en las cuales se reflexionará orando sobre el misterio de Dios que, en Cristo, María Madre nos ilumina desde su propia vida familiar. En cada una de ellas se elevarán las plegarias durante los nueve días, En algunos de esos hogares se rezará en familia. En otros se reunirán los vecinos a compartir la oración. Esto depende de la disponibilidad y los horarios propios de cada situación particular. De esta forma el barrio se transformará en un inmenso Cenáculo (Hch 1,13-14) en el cual se pedirá la Bendición del Espíritu de la Vida sobre las familias concretas que aquí habitan. En la Misa de hoy por la mañana hemos bendecido a quienes se acercaron para dar comienzo a la novena familiar.

Durante esta novena, primero leemos la meditación correspondiente al día (están tomadas de la Carta a las Familias del Papa Juan Pablo II). Tendremos así un espacio para comentar lo que nos sugiere. Luego rezamos el Rosario por ese tema y por las intenciones que cada uno ponga. Dentro del contexto del lema “recuperar el respeto por la familia”, los temas de cada día serán: Varón y mujer los creó; Unidad de los dos; Genealogía de la persona; El bien común del matrimonio y de la familia; La entrega sincera de sí mismo; Paternidad y maternidad responsables; El amor es exigente; La familia y la sociedad; La Madre del amor hermoso.Durante cada día de la novena les voy a colgar en el blog el texto de cada día, por a si alguno de los lectores le interesa hacerlo en familia o personalmente.

El sábado 27 de Noviembre será la fiesta patronal. A las 18.30 se celebrará una Eucaristía dedicada especialmente a la Escuela y al Instituto que llevan el nombre de la Madre. A las 19.30 partirá una larga procesión que recorrerá el corazón mismo de este barrio. Por último, a las 20.15 se celebrará otra Misa coordinada, esta vez, por los grupos parroquiales. Al final de cada misa se hará la imposición de las medallas de la Virgen.

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2 Comments

  1. Gracias Padre por ayudarnos a mantener el barco en medio de semejante tormeta,pero como los tenemos a Jesús y María,que nos regalan sacerdotes comprometidos realmente, no debemos tener miedo.En San José de Feliciano no lo olvidamos.

  2. La famila, la familia, palabra q ha quedado muy lejos. Pero gracias a que contamos con enviados de Cristo como usted, la familia pemanece, firme y de pie.
    Un abrazo y Bendiciones para todos.