"Por el olvido de Dios la propia criatura queda oscurecida" (GS 36). Frase que suena linda como para una estampita de salutación en estas fiestas. Pero es una terrible verdad que nos deja como consecuencia práctica el extinto siglo XX. Entre otros, dos grandes regímenes totalitarios asolaron el planeta. Ambos al margen de Dios. El nazismo alemán, que plasmó la búsqueda del superhombre de Nietzche. El comunismo ruso, que llevó a la práctica las ideas de ateos como Marx (entre varios).

Del primero hay una clara conciencia mundial de su terrible paso entre nosotros.

Al segundo lo siguen bendiciendo algunos, olvidándo la terrible secuela de muerte y exterminio que produjo. El video que les comparto está presentado así en youtube:

El pasado día 26 de diciembre en el Telenoticias 2 de Telemadrid comentaron la noticia de que la comisión Europea se ha negado a equiparar los crímenes del nazismo con los comunistas, y por eso emitieron este mini-documental. Una imagen vale más que mil palabras. Pásalo.

No es para asustar u odiar. Solamente para hacer memoria:

En América Latina tenemos un señor que propugna el socialismo del siglo XXI. ¡Pobres venezolanos! Deberían mirar un poco más en profundidad el verdadero espejo que se tiene en nuestro semicontinente: Cuba. Hace un tiempo su veterano líder reconoció que el sistema es inviable. Hoy también les comparto esta entrada de Yoani Sánchez. Va entera, como testimonio de como los tozudos ideólogos "progresistas" pueden arruinar un pueblo, no solamente a través de la masacre violenta como en el caso del video. Su título es "adiós al racionamiento".

Cada día que pasa nos acerca al nuevo año, y con ello crece la alarma sobre el recorte de empleos y la disminución de subsidios que enfrentaremos en los próximos meses. La frase de “seguir bordeando el precipicio”, que utilizó Raúl Castro en su último discurso, no tiene visos de metáfora sino de dolorosa realidad. Dentro de las asistencias sociales que serán eliminadas, está el llamado mercado racionado que distribuye una pequeña cuota mensual de productos para cada ciudadano. Nadie puede sobrevivir comiendo solamente lo que anotan en su “libreta de racionamiento”, documento más importante aquí que el propio carnet de identidad. Sin embargo, los bajísimos salarios y los altos precios de los otros mercados existentes en el país hacen que la supresión de esta subvención sea dramática y extremadamente controvertida.

No sólo es un apoyo básico y magro, sino que se comporta como el alpiste que justifica la jaula. Siempre que la crítica eleva su tono y la inconformidad empieza a señalar al sistema, salen los oficialistas a recordarnos que el gobierno gasta millones al año para proveernos de un poco de frijoles, un paquete de café cada treinta días y ese trozo de mortadela que nutre más el humor popular que los estómagos. Así ha sido durante más de cuarenta años, desde que se instauró el mercado normado, en un momento en que mis padres pensaron en que iba a ser algo temporal, una medida transitoria hasta que la economía planificada y centralizada comenzara a rendir frutos. Con apenas unos días de nacida, inscribieron mi nombre en el registro de consumidores y veinte años después yo tuve que anotar a mi propio hijo en la misma lista. El racionamiento pasó a ser así algo inherente a nuestras vidas, de ahí que tantos no sepan si reír o si llorar ante la noticia de su final.

Todos estamos conscientes de que mantener la “libreta” resulta insostenible para la economía nacional, pero pocos se imaginan la vida sin ella. Por si las cosas, en nuestra casa, hemos decidido poner a buen recaudo el menudo librito de hojas cuadriculadas que nos han entregado para 2011, pues si resultara ser realmente el último con toda seguridad se convertirá en un documento histórico. Quienes defienden su eliminación inmediata aseguran que eso significará la colocación automática de toneladas de mercancías en venta libre, lo que se supone provocará un bajón de los precios en el mercado no regulado por el estado. Pero, quizás el cambio más importante puede ocurrir en la mentalidad de las personas, cuando sientan que la pequeña porción de alpiste ya no está siendo colocada en el interior de la jaula, cuando comiencen a sentir la presión real de cada uno de los barrotes.

Los invito a que recorran el blog. Algo que la autora no puede hacer... por la libertad con que no tiene acceso a internet en su país.

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2 Comments

  1. Los nazis comenzaron el exterminio con las personas con discapacidad, niños y ancianos. Mi hijo tiene parálisis cerebral y me imagino que haber vivido en esa época habría sido(y creo que lo fue)un verdadero martirio... Pero también es un verdadero martirio lo que se vive en Cuba y Venezuela. Admiro lo que escribe Yoani Sánchez, porque a pesar de su escasez de recursos estoy convencida que algo superior, no material, nutre su alma y me doy cuenta por la forma en que escribe. No me quiero alarmar ni alterar a nadie pero aquí, por estas tierras, vamos por el mismo camino, empiezan recortando y terminan con el trabajo de uno. Gracias Padre por recomendarnos el blog y felicidades para el año que comienza.

  2. Marial no me alarmas , sino que confirmas mi pensamiento. Hace varios años que se ve como va cambiando nuestra Argentina , no en lo económico (que si ha cambiado y es importante)sino en lo ideológico, porque ahora ya no son partidos políticos,algunos, sino partidos ideológicos, y eso me asusta mucho , por mis nietos , que serán los futuros habitantes de este hermoso país que amo de verdad, porque asi me enseñaron mis padres extranjeros.
    Quiera Dios protegernos de la intervención del malo en nuestros dirigentes, políticos, empresariales, educativos, etc.
    Oremos todos, la oración es la mejor arma.