Comenzamos la Semana Santa. Hoy domingo, con la ceremonia de la bendición de ramos y la procesión al Templo, recordamos la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Pero, iniciada la Misa, leemos el relato de la Pasión del Señor. Y quedamos atónitos: el mismo pueblo que lo aclamó con palmas y olivos, lo abandona y lo condena con su indiferencia a morir en la cruz bajo la inscripción “el rey de los judíos”. La Semana Santa tiene esta contradicción: por un lado la triple negación de Pedro y el triple pedido del pueblo ante Pilatos pidiéndo a gritos la crucifixión. Y por otro lado, el amor de quién se entrega con una oración en sus labios: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. La Semana Santa nos lleva a mirar a Jesús, sus actitudes, sus palabras… para poder imitarlas y así encontrar la plenitud de esa vida que estamos necesitando a cada momento.
Con esta mirada atenta al Verbo Encarnado, quisiera hacer una reflexión sobre algo que hoy nos recuerda este misterio de amor: la tierra de Jesús, la Tierra Santa. Israel hoy es un mundo convulsionado donde un conflicto de décadas trastorna la vida de los habitantes. No queremos hablar sobre ese tema, sino sobre las dos consecuencias que perturban directamente a nosotros. La primera, justamente sobre la comunidad cristiana, que es una minoría que se ve seriamente afectada. Lo segundo es el mantenimiento de los lugares sagrados: allí donde nació, predicó, murió y resucitó Jesús. Lugares que valen para nosotros como un signo del amor sin límites de Dios.
Como Católicos debemos tener una mirada solidaria y una ayuda concreta a esas personas y a esos lugares. El Viernes Santo, durante la adoración a la Santa Cruz, se hace una colecta que muchas veces pasa desapercibida. Tiene una finalidad especifica: la de ayudar monetariamente a Tierra Santa. Lo recaudado en cada Parroquia se envía a un fondo común Arquidiocesano que luego se transforma en nuestra ayuda para paliar la necesidades de los Templos allí levantados. Pero no sólo a los Templos, también a nuestros hermanos en la fe que allí viven. Queda entonces este desafío: que el Viernes Santo nos animemos a desprendernos de algún billete de nuestro bolsillo para que en Tierra Santa pueda seguir floreciendo la presencia de los cristianos.

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One Comment

  1. 1. Cristian - Abril 10, 2007
    Padre Fabián:
    Feliz Pascua de Resurrección. Bendiciones.

    2. elsa nyny - Abril 10, 2007
    Olá !
    passei por cá e adorei o teu blog!
    Gostaria muito que te juntasses a nós, no blog - http://raizesdomundo.blogspot.com, pois queremos que seja um blog a nivel mundial, inde há já pessoas de vários paises, a lingua não é obstáculo!! Junta-te a nós, envia-me o teu email para:
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    3. Anónimo - Junio 6, 2007
    Saludos desde España Padre, Arriba España!