Nos cuesta valorar un hecho cuando ignoramos de que se trata. Siria está siendo destruida. Ni más, ni menos: literalmente. Lo primero... ubicarnos en el mapa para saber exactamente dónde queda:

Siria

 

Nos llama la atención la ciudad de Damasco... lugar de la conversión de San Pablo. Ya no nos es tan extraña, entonces. Es que la Iglesia allí tiene presencia bimilenaria, como recordara en este artículo.

 

El llamado a la solidaridad

 

En Londres hoy, como nos informa el VIS, ha tenido a lugar la Conferencia de Países Donantes para Siria. Allí el arzobispo Paul R. Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, ha intervenido con estas palabras:

"La Santa Sede se complace en participar en la Conferencia "Sostener a Siria y a la región'', que tiene como objetivo responder a la crisis humanitaria en ese país, que dolorosamente está llegando al sexto año. Se trata de una crisis caracterizada por un creciente sufrimiento humano, que incluye casos de desnutrición extrema de niños inocentes y de otros civiles, especialmente entre el gran número de personas atrapadas en zonas de difícil acceso y en estado de sitio y privadas de la asistencia humanitaria esencial. A pesar de las esperanzas renovadas de una solución política de la crisis, nuestros esfuerzos humanitarios se concentran cada vez más no sólo en la ayuda de emergencia, sino también en las necesidades a medio y largo plazo de los refugiados y de los países que los reciben. Por lo tanto, la Santa Sede acoge con satisfacción el acento puesto en esta conferencia de donantes sobre la necesidad de proporcionar educación, empleo y desarrollo económico.

Al mismo tiempo que afrontamos las necesidades humanitarias, hay que recordar que el costo real de esta crisis humanitaria se mide por la muerte y el sufrimiento de millones de seres humanos. En su reciente discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el 11 de enero, Francisco recordó la voz de miles de personas que lloran, en fuga de horribles guerras, de persecuciones y violaciones de los derechos humanos, o de inestabilidad política o sociales, obligadas a huir para evitar la barbarie incalificable practicado hacia las personas indefensas, como los niños y los discapacitados, o el martirio solo por su afiliación religiosa. Con la mirada puesta en el futuro, en la Primera Cumbre Humanitaria Mundial que tendrá lugar en mayo, el Papa expresó el deseo de que ese encuentro tenga éxito en su intento de poner a la persona humana y su dignidad en el centro de cualquier respuesta humanitaria."

 

El costo real es la muerte y el sufrimiento

 

Parecen palabras exageradas. Por eso les comparto este video que hice con algunas imagenes que había en Youtube, tomadas con un dron.

 

Donde había vida... sólo cascarones de edificios. La nada se ha adueñado del lugar... pero... ¿dónde están sus cientos de miles de habitantes? Es la pregunta que nos debe de poner frente al costo de la guerra: el destino concreto de los humanos.

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4 Comments

  1. hace 4 años o mas en rt comentaron que querian realizar un corredor turistico en ese territorio y quiene invertirian serian eeuu.y algunos paises europeos.puede ser posible ?que destruyan todo y la vida humana?
    para construir algo como un disney con las maravillas de esta culturas milenarias.

  2. Fernando - Lima Perú dice:

    El asunto humanitario no es recibir toda la gente de allí en Europa, o América (con los peligros de infiltrados terroristas que eso implica) el trabajo urgente es pacificar y "SOSTENER A SIRIA" hacerla viable y como no, orar mucho porque entiendan que ninguna fe que implica la muerte y la violencia es fe en el Dios del libro.