Jesús la tuvo clara. Por algo era el Hijo de Dios encarnado. Dentro de sus tres prioridades pastorales, una fue fundamental para lo que se explicitaría en el tiempo post-pascual: la continuidad en la historia de la fuerza salvadora que surgirá de su Resurrección y el derramamiento del Espíritu.
Por eso dedicó mucho tiempo, luego de convocarlos por su nombre, a la formación y consolidación de su grupo de los 12 (a los que solemos decirles "APÓSTOLES"). Esa comunidad fueron los cimientos sobre los que construiría su GRAN COMUNIDAD, la Iglesia Católica. Por eso les dio poder para obrar. Poder que se manifiesta en el servicio humilde y que se origina en la FUERZA de lo alto, el Espíritu Santo derramado como carisma en Pentecostés.
Hoy, en tu Iglesia Local (eso que le decimos "diócesis") hay un SUCESOR de los APÓSTOLES que, como ellos, tiene el PODER que brota del ESPÍRITU SANTO y que recibió por Imposición de las manos. Le solemos decir OBISPO (palabra de origen griego que se hizo común en el ámbito católico antes de fines del primer siglo).
¿Qué es un Obispo? ¿Qué tareas tiene en su comunidad? Todo esto lo reflexiono en este video.
Partimos de lo que dice el Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium. Y forma parte de una serie más larga en la cual estamos tratando de descubrir el Misterio del Pueblo de Dios.
Creo que cada uno de nosotros debe volver a redescubrir el estatuto teológico del Obispo. Y a mirar su función desde la fe, desde el misterio de Dios.
Durante el video doy este consejo: no reflexiones en abstracto. Antes que nada, y sobre todo, traé a tu imaginación el rostro concreto de TU Obispo, el que guía a TU comunidad en TU diócesis. Entonces, sólo entonces, estas palabras tendrán encarnadura real y podrás hacer experiencia de la Iglesia real, la Iglesia Católica, la Iglesia que Jesús fundamentó en los 12 y hoy sigue viva.