Administrar el perdón divino
Este domingo de la Misericordia la Palabra nos causa estupor... por la confianza que el Señor ha tenido con nosotros.
Suelo comentar en la homilía la actitud de Tomás. Pero este año el Espíritu hizo que posara la mirada en las 4 actitudes de Jesús:
1.- Se aparece en la nochecita del primer día. Saluda deseando la paz y despierta la alegría en los creyentes.
2.- Muestra sus manos, signos de la pasión que desencadena el amor divino por toda la humanidad.
3.- Sopla sobre la comunidad desatando, en primer lugar, la misión de la comunidad creyente (Iglesia que se transformaría en católica al ser dócil).
4.- Encomienda a la comunidad la administración del perdón.
Me impacta esto último. Es la comunidad de discípulos misioneros que administra el perdón divino para que llegue a los confines de la tierra, a todos los hombres de todo tiempo y lugar (catolicidad).
Y lo hace realidad a través de signos sensibles y eficaces: el bautismo y la confesión sacramental. Como para seguir meditando en la profundidad del misterio que se nos ha regalado... ¿no?