Por no abrir los ojos esta ciudad creyente se había convertido en impía. Una tentación grande: cerrar nuestros ojos y oídos frente a la presencia de Dios.
Meditación del Evangelio de Hoy: Lucas 19,41-44
Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo:
"¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios".
Una reflexión en video sobre cómo abrir los ojos
https://www.youtube.com/watch?v=F1iuS2LjK8k