El Obispo se pone de pie. Se hace la señal de la cruz lentamente mientras dice:
- Dios mío, ven en mi auxilio.
Entonces el Clero de la Arquidiócesis de Paraná se para en bloque y, también haciéndose la señal de la cruz, le contesta:
- Señor, date prisa en socorrerme.
Y así comienza la reunión... con el rezo de la hora tercia de la Liturgia de las Horas, presidida por el neo-arzobispo.
Fue una reunión muy amena, de mucha comunión. Pero me causó mucha gracia que esas fueran las primeras palabras de los reunidos. Por eso la escribo aquí, para dejarlas en mi memoria virtual, aunque ya haya pasado un día.
Que sencillas y que profundidad de las mismas, las tendriamos que tener en cuenta en el trajinar de todos los dias.
Jaja... era una ironía. Pero si, tenés razón, es comenzar con la confianza en lo Alto, fuente de todo poder y sabiduría.