Sin ánimo de ofender a nadie, el tema del madrinazgo presidencial es una costumbre derivada de un mito, el del lobizón. En el “Diccionario de mitos y leyendas” podrán encontrar datos sobre el tema, en su raíz europea y la derivación argentina.

A mi me surgen dos cuestiones de coherencia presidencial respecto a este tema.

La primera es que, por cuestiones ideológicas, se quiere eliminar el Vicariato Castrense. No me expreso ni a favor ni en contra de este tema. Simplemente me causa gracia que en algunas cosas se esté en contra de la atención espiritual a personas (militares) y en otras se revean decretos para mejorar la atención espiritual de personas (madrinazgo).

Lo segundo, es recordar que los Zares de Rusia asumieron el padrinazgo del séptimo hijo varón por una cuestión muy práctica. Como se pensaba que el séptimo hijo varón se transformaba en lobizón, para que esto no ocurriera se eliminaba a ese séptimo hijo (varón... mujer... no se sabía porque la técnica no lo podía predecir como ahora). El padrinazgo era, así, una manera de luchar contra el aborto. Esto me alegra de sobremanera. Si la Presidente quiere asumir la práctica cultural del madrinazgo presidencial, eso nos hace pensar que dará marcha atrás a toda la política abortista que la era K nos catequiza con hechos y leyes. Tengo mis esperanzas puestas en que el madrinazgo presidencial se transforme, por una cuestión de coherencia, en una política de estado. Uyy, ¿sigo siendo iluso?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

One Comment

  1. Si tengo que contestar a tu respuesta creo que te diría que si , tienes razón, lamentablemente, aunque la virtud de la esperanza en una gran virtud, pidámosle a Dios nos la regale no solo para esperar la Gloria sino tambien para ver a nuestros hermanos humanos en el camino de la coherencia..