En el verano supercaluroso pedíamos por favor que llegaran las refrescantes lluvias. Se hicieron desear. Pero llegaron. Primero más espaciadas y luego con más intensidad. Este otoño que comienza nos trae la amenaza de su frecuencia. En estos momentos está lloviendo en Paraná. Esta es una foto de mi patio:

El agua caída es la de un fuerte chaparrón. Nada más. Pero me impresionó la cantidad de charcos que se formaron… y permanecen. Me impresionó porque recordé de inmediato que en el verano caía una lluviecita como la de esta mañana y servía solamente para aplacar el polvo… y a los diez minutos se podía caminar sin chapalear en el barro.

Las frecuentes lluvias fueron saturando la tierra resecada por el calor. Y, sin darnos cuenta, esta ya no reaccionaba como antes: no absorbía el líquido elemento sino que lo dejaba en las afueras. Su interior, podríamos decir así, dijo ¡basta… no soporto más!!!

Saturada la sociedad

En estos días leí que cincuenta vecinos lincharon a un motochorro en Rosario. Lo molieron a golpes y estuvo agonizando cuatro días en terapia. En un informe sucinto de un canal la madre del difunto lloraba diciendo que su hijo trabajaba todos los días y no era ladrón… una vecina simplemente declaraba, como disculpándose por decirlo, “es una persona”… Si. La sociedad está saturada de violencia y reacciona con más violencia… como algo que ya casi tiene visos de normalidad. No justifico… simplemente pienso en voz alta constatando lo que uno percibe a su alrededor.

Y por casa algo también

Debo confesarles (porque no decir algo personal) que yo también estoy algo saturado. De etiquetas… de preconceptos… de tragarme sapos con sonrisas… es que los curas también somos personas (aunque no lo manifestemos a simple vista). Ocurren muchas cosas que uno deja de pasar, asumiendo como culpas propias lo que son (en muchos casos) problemas que exteriorizan los otros. Y el agua va llenando el vaso. Y uno reacciona en algún momento… sabiendo que seguirá siendo tildado de “cura loco” porque quienes etiquetan no saben exactamente qué es lo que ha pasado…Que quieren que les diga…hay fantochadas que a uno lo sacan. Disculpen la descarga a tierra. Pero este blog también es un espacio personal.

One Comment

  1. Padre, reciba todo mi respeto y cariño, como persona y como persona consagrada al servicio del Pueblo santo de Dios. Me agrada su estilo como escrito: sencillo, claro, hablando cosas familiares que me hacen recordar mi infancia y mi terruño.
    Continúe así, Padre. Bendiciones.

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