Es el gran misterio de la humanidad. En “este” tipo Dios nos está saliendo al encuentro. Este es el escándalo cristiano, la locura. Lo santo, el Totalmente Otro, el misterio, está al alcance de la mano.
“Lo que hemos visto y oído, lo que hemos tocado”… esto es Dios con nosotros. “No se puede ver a Dios y seguir viviendo” habían dicho los antiguos profetas. Pero nosotros hemos visto y somos testigos de esa presencia misteriosa de Dios en medio de su pueblo.
En Jesús vamos al Padre. Su carne es misterio, sacramento, que esconde al Dios vivo y creador. No para ocultarlo sino para revelarlo, manifestarlo. La humanidad de Cristo es así un misterio de epifanía.
Me uno al misterio de Cristo a través de la fe. Es imposible “conocerlo” humanamente. Sólo los “espirituales”, aquellos a los que ilumina el Espíritu Santo, podrán acercarse a la verdad de su humanidad. Y el conocimiento del espiritual se llama fe: confianza, apertura, dejarse inundar por la luz, respuesta.
Lo que deseo es alimentar esa fe y creo que se logra con un poco mas de conocimiento con la luz del Espíritu Santo. No estoy segura de lo que digo. Pero de lo que si estoy segura es que quiero estar mas cerca de Cristo. Gracias por darnos esa oportunidad.