Frase dura sobre todo porque sale de labios de Joseph Tobin.

Ah... ¿y quién es este hombre?

Pues es el segundo en jerarquía en la Congregación para la Vida Religiosa de la Curia Vaticana.

Epaa. Entonces no es una afirmación de algún amarillista medio de comunicación. Es de alguien que sabe algo del asunto y, encima, fue puesto hace poco más de un año por Benedicto en esa función. Si están interesados en el porqué de ese nombramiento, pueden leer este artículo del vaticanista Paolo Rodari que analiza el contexto de su declaración.

Pero vamos a lo que dijo. Toda la nota la pueden leer en esta página de Religión en libertad. Solamente destaco esta respuesta a una de las preguntas del periodista sobre tres fundadores en concreto:

Nuestro dicasterio, para aprobar un instituto, juzga que el carisma sea un don auténtico del Espíritu Santo y que el instituto tenga madurez para desarrollar el carisma. Pero hay casos (no hablo de estos en concreto) en los que pienso que engañaron al dicasterio, con datos falsos, igual que engañaron a sus co-hermanos de comunidad. Además, el Concilio Vaticano II, en el decreto "Perfectae Caritatis", pide siempre volver a "la inspiración originaria de los Institutos", y el ejemplo del fundador. Pero ¿cómo es que un fundador que tuvo una vida desordenada puede seguir siendo punto de referencia? Yo no tengo respuesta a esta perplejidad.

Luego le preguntan sobre que hacer con las comunidades desobedientes al obispo local o rebeldes o esquivos con los visitadores y comisarios pontificios. A ello responde:

La Iglesia reconoce con tristeza que puede haber una comunión fracturada. Nuestra congregación a veces ha de emprender procesos de disciplina: suspender instituciones, retirar su gobierno, poner en paréntesis las facultades de su superior... Pero siempre intentamos antes la vía del diálogo, del respeto mutuo, no usar esos medios si no hay una brecha definitiva. No queremos pelear con nadie, sino discernir juntos qué es lo que Dios quiere y humillarnos ante su voluntad.

Si quieren leer otras respuestas lo pueden hacer desde este otro artículo.

Todo esto me dejó pensando sobre una "famosa" fundación religiosa argentina contemporánea, cuya historia de sus orígenes relata su fundador aquí, y que tuvo problemas con todos los obispos de Argentina. El brazo laical de la misma no era precisamente admirador de su Obispo: de tal palo tal astilla. Claro... yo me pregunto... ¿el dicasterio contaba con todos los datos para evaluar su continuidad?

Más allá de este caso tan argentino, si Mons. Tobín no hablaba de esos tres casos concretos sobre los cuales giraba la pregunta: ¿a que casos en el mundo se refería? Que se yo... a uno le pica la curiosidad.

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2 Comments

  1. Se me ocurre que "el" caso directamente involucrado es el de los "Legionarios de Cristo", despues debe estar preocupado por las monjas abortistas en EEUU y en España, algo menos por los Neocatecumenales. Si algo le preocupa en estos parajes debe ser la persistencia de la teología de la liberación, ya que hay un par de oredenes que siguen enseñando en sus colegios las telogias de Pagola y los hermanos Lopez Vigil.

  2. Todo bien , pero me parece que el control tiene que ir de abajo para arriba, o sea de párrocos, Obispos y despues del Vaticano.
    Así como hay Movimientos grandes en este problema , tambien hay muchos chicos, de pocas personas y que los obispos no le ponen fin, teniendo en cuenta una sola cosa LA OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD.