Es una tarde gris. Con el calorcito del verano pero con el plomizo color del cielo cubierto. Apacible… descansada. La foto que ven, la acabo de tomar desde mi ventana: un cartel… una parrilla vacía… los restos acarbonados de un fuego que ya no está… unas bolsas de basura… todo un ícono de lo que ha ocurrido.
Veo el cielo y le agradezco al Señor por el cielo del viernes y del sábado a la tarde: pleno de sol, de alegría, de movimiento, de vida… Le agradezco al Señor ese sol que nos vitalizó y nos llenó de esperanza: “si… ¡va a estar lindo a la noche!”. Y vaya si estuvo lindo. Fresco, agradable, excelente clima humano.
Veo al cielo y le agradezco al Señor el haberme permitido ser parte de esta Comunidad desde hace tres años.
Veo al cielo y le agradezco al Señor por cada rostro y cada mano que en estos días tuvieron un solo motivo: vivir en lo concreto el servicio.
Le agradezco por las manos que pelaron una cebolla o una papa… tiraron un chorizo sobre el asador o cortaron el pan… por las manos que manipularon un ticket, una botella, una bandeja… por las manos que tomaron el volante en la previa o las que salieron a medianoche a recorrer supermercados… por las manos que armaron un adorno, pusieron una silla, la limpiaron o la juntaron… por las manos de todos los que en lo sencillo aquí no enumerado se hicieron parte de ese acontecimiento que tiene por nombre “Festival de la Amistad”.
También le agradezco al Señor por los labios que se abrieron en canto o animación… por los labios que dieron consejos, entre vino y vino, y por los que vieron y comentaron problemas en la organización, pero enseguida dijeron: “a esto (en concreto) el año que viene lo vamos a tener que organizar mejor”, porque se sienten parte del acontecimiento…
Es complicado dar nombres… porque siempre nos olvidamos de alguno. Y si lo damos, les quitamos el mérito que Jesús nos prometió cuando damos algo de corazón (“limosna”), gratis y por solo servir:
“Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.” (Mt 6,3-4)
Este es un año con un festival bendecido por el esfuerzo y la renovación. Le agradecemos al Señor… y ya comenzamos a preparar la Decima Edición del “Festival de la Amistad”.
(Quienes quieran ver fotos de lo que pasó pueden hacerlo desde la página de Facebook "El Pompeyano" haciendo click aquí.)
Que tal Padre lo felicito tiene una comunidad parroquial hermosa por lo que se ve (vi fotos) indudablemente en eso esta su mano y espíritu. Me alegra como siempre recibir su blog cuando pasa tiempo extráñola. (suena raro no?) Le cuento por aquí donde vivo anduvieron sacerdotes de sus pagos de vacaciones. Pregunté por Ud. Además le digo hace muchos años recién casada (soy muy vieja) estuvimos una semana en su Paraná mi marido trabajando y yo acompañando mire el tiempo que hará que estaban haciendo el túnel subfluvial después volvimos con mi hijo a conocerlo. Ibamos todos los días al Parque Urquiza a caminar ¿es asi, no? Lo felicito a Ud de corazón y sepa que su página me acompaña mucho en estos tiempos. Tenga la seguridad que si paso por ésa lo visitáré.