¿De qué se trata? El 2 de noviembre tenemos una de esas fiestas “populares” dentro de nuestro catolicismo. Se ha diluido un tanto, sobre todo en el ámbito de la cultura urbana. Pero continúa teniendo la fuerza de generar la mirada hacia quienes nos precedieron. Si el oído está atento, también nos proyecta a nuestro propio futuro.
Esta celebración como tal ingresa en el calendario litúrgico recién en el siglo 14. El antecedente más remoto es del año 998: el abad de Cluny (Francia) decidió que los monasterios dependientes de su Congregación ofrecieran Misas el 2 de noviembre por quienes estando difuntos no han alcanzado todavía la gloria de la Patria del Cielo. El día fue elegido por ser el posterior al día de todos los santos.
Alguna vez reflexioné que “una media verdad es media mentira” cuando le decimos a los chicos que todos los que mueren se van al cielo. También reflexionamos sobre la índole escatológica de la Iglesia peregrina y sobre la comunión de los santos. A esos artículos los invito volver a releer si desean profundizar en el tema. También les puede interesar lo referido al culto a los santos o sobre la existencia del infierno (aquí y aquí, entro otros), como para completar la reflexión sobre el tema.
Hoy quisiera compartirles esta oración de la Misa del 2 de noviembre:
“Dios nuestro, gloria de los fieles y vida de los justos, que nos has redimido por la muerte y resurrección de tu Hijo, ten piedad de tus hijos difuntos y conduce a la alegría de la felicidad eterna a quienes creyeron en el misterio de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo…”
Ese es el sentido de nuestra oración por los difuntos: pedir que puedan entrar purificados a la “felicidad eterna”.
El 2 de noviembre podemos conseguir la indulgencia plenaria para alguno de ellos. Esta es la norma dictada, en su momento, por el Papa Pablo VI:
“En todas las iglesias, oratorios públicos o (por parte de quienes los empleen legítimamente) semipúblicos, puede ganarse una indulgencia plenaria aplicable y solamente en favor de los difuntos, el día 2 de noviembre.”
Con respecto a de que se trata la indulgencia, pueden visitar esta página para aprender más. Ahora simplemente les recuerdo lo que se necesita para recibirla:
"La indulgencia plenaria sólo se puede obtener una vez al día. Pero, para conseguirla, además del estado de gracia, es necesario que el fiel
+ tenga la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial;
+ se confiese sacramentalmeпte de sus pecados;
+ reciba la sagrada Eucaristía (ciertamente, es mejor recibirla participando en la santa misa, pero para la indulgencia sólo es necesaria la sagrada Comunión);
+ ore según las intenciones del Romano Pontífice.
Es conveniente, pero no necesario, que la confesión sacramental, y especialmente la sagrada Comunión y la oración por las intenciones del Papa, se hagan el mismo día en que se realiza la obra indulgenciada; pero es suficiente que estos sagrados ritos y oraciones se realicen dentro de algunos días (unos veinte) antes o después del acto indulgenciado. La oración según la mente del Papa queda a elección de los fieles, pero se sugiere un «Padrenuestro» y un «Avemaría». Para varias indulgencias plenarias basta una confesión sacramental, pero para cada indulgencia plenaria se requiere una distinta sagrada Comunión y una distinta oración según la mente del Santo Padre."
Si no podemos acceder a la indulgencia por nuestros difuntos (porque no podemos recibir el perdón sacramental, por ejemplo) eso no nos impide rezar por nuestros difuntos. Visitar el cementerio… llevar una flor… encender una vela… rezar una oración… también nos hace bien a nosotros. Estas últimas son las costumbres de mi pueblo: ¿qué costumbres recuerdas de este día tan especial?
padre fabian, una consulta, a mi me enseñaron a orar por las almas en el purgatorio pero una vez cuando quise hablar sobre el tema me dijeron que eso ya no existia mas!!! Digame, estaba equivocada o es verdad q esto a cambiado?
El tema del puergatorio aparece en el Catecismo. Y rezar por quienes están allí es lo que hacemos el 2 de noviembre. En este artículo aparece una catequesis de Benedicto sobre el tema.
Padre Fabián está muy bien explicado el articulo le doy gracias a Dios por ponerlo en nuestro camino así aprendemos cosas que ignoramos