Decían que decía la entonces candidata a presidente de los argentinos, la Sra. Cristina Fernández de Kirchner, que su gestión apuntaría a consolidar la calidad institucional de la Argentina. Por lo menos eso decían los periodistas, ya que de ella no escuché ninguna alusión al respecto. Bah… la realidad es que durante la campaña no escuché ningún discurso de ella porque no los hizo… pero ese es otro tema.

La calidad institucional es una necesidad imperiosa para la nación. Tiene varias aristas, dentro de las cuales uno pediría que cada poder del estado funcione. Y que no sólo funcionen, sino que sean independientes.

¿Qué legislador se anima a legislar en contra de la Caja? Afortunadamente el campo le puso el pecho a la coyuntura y logró lo que nunca soñó. Reclamando por las retenciones y un plan agropecuario consiguió un “no positivo” que significa un antes y un después para la institucionalidad del Congreso. (Dicho sea de paso, todavía tienen “no resuelto” el tema por el cual pararon y volvieron a parar de nuevo… pero ese es otro tema).

¿Qué juez se anima a juzgar causas que son sensibles a la dermis gobernante cuando tiene sobre su cabeza el Consejo de la Magistratura? Recordemos que ellos pueden “destituir” a un juez luego de un “juicio político”: lo cual es un acierto democrático. El problema es que la mayoría de los que deciden dicha cuestión son actores políticos…

Uno sueña con una calidad institucional que comience con la reforma a las normas que rigen las elecciones. En concreto, que le den una patadita a la lista sábana y que sepamos a quienes votamos en concreto… otro tema para seguir charlando.

Otra de las cuestiones en las cuales la calidad institucional también debería crecer es la información pública. El estado gasta fortunas en publicidad para que esta sea posible. Y no cuestiono esto (podríamos hablar mucho sobre el destino concreto de esos aportes, pero… es otro tema). Creo que hay un medio barato y accesible como es internet: toda la información pública (lo publicable que no caiga bajo el secreto de estado que, necesariamente, debe existir para salvaguardar el bien común) debería estar a un click.

Que lindo sería que quisiéramos conocer las cifras del presupuesto y las encontráramos (si alguien sabe dónde las puedo consultar, me chifla). Que lindo sería enterarnos de las leyes sancionadas, de los proyectos de ley y de los trabajos en comisiones de los congresistas. Que lindo sería estar al corriente de los juicios y los nombres de los condenados por distintos delitos. Que lindo sería que en el momento de decidir un voto pongamos en Google un nombre y nos llegara toda lo que esa persona ha hecho y ha dicho (jeje, sobre todo esto…).

Que lindo sería…

Pero parece que la calidad institucional de la Argentina no transitará por esos carriles.

Google es el gran buscador de la internet. También tiene un blog. Allí me he enterado de algo… interesante. El título de la entrada es: “La censura previa nunca es un buen modelo”. Es un comentario a la actualidad de la Argentina. Concretamente hablan de una causa judicial en la cual se solicita, por parte de funcionarios públicos, que su nombre no aparezca en los resultados de las búsquedas. Les cito un pedacito:

“Funcionarios públicos, también han solicitado por la vía judicial a los principales buscadores de Internet la remoción de “todo resultado de búsqueda”, que pueda estar asociado con su nombre, eliminando así cualquier vinculación a medios periodísticos, páginas de opinión, publicaciones en línea, sitios del gobierno nacional donde exista información pública del funcionario o inclusive el mismo sitio Web del poder judicial donde el funcionario en cuestión desempeñe sus funciones (todos estos sitios totalmente ajenos a los buscadores que se demandan). Esta medida cautelar resulta a todas luces desproporcionada, ya que niega a toda la sociedad de la posibilidad de informarse sobre el actuar de una funcionario público, sin hacer un análisis previo de que contenidos pueden resultar difamatorios y ordenar específicamente la remoción de ciertos contenidos que puedan vulnerar los derechos del funcionario.”

Pueden leer todo el resto en la página misma. Vale la pena.

No es una ilusión, es la Argentina que avanza a una mayor calidad institucional… ¿seré un iluso yo?

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One Comment

  1. Se pueden ver los proyectos que han presentado nuestros legisladores en el sitio de la cámara de diputados y en el de la cámara de senadores, pero muchos son tan patéticos que dan ganas de llorar.

    En cuanto al pedido de esos funcionarios demuestra que no tienen idea de como funciona Internet en cuanto a la libertad de expresión y menos idea aun de como funciona un buscador pretendiendo matar al mensajero.

    Saludos