El deseo tiene que ver con lo futuro, con lo que no tengo, con lo que se está viniendo y es importante, y todavía no ha llegado. El deseo tiene que ver con una precariedad actual y con una plenitud adveniente y con el modo como esa plenitud va cubriendo lo mío precario llenándolo de sentido. ¿Qué deseamos en esta Semana Santa?
El deseo de Pedro
El corazón de Pedro está cerca del amigo. Y se propone seguirlo hasta las últimas consecuencias:
“Aunque todos se escandalicen por tu causa, yo no me escandalizaré jamás.” (Mt 26, 33) "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". (Mt 26,35)
Pero confiaba demasiado en sus propias fuerzas. Creía que con su sola fuerza de voluntad le bastaba para ser enteramente fiel. Por eso Jesús lo ubica… aunque él no terminó de entender a qué se refería:
"Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido poder para zarandearlos como el trigo, pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos." (Lc 22,31-32)
La Pascua es descubrir que la fuente de mis deseos está en la fuerza que me viene de lo alto. Sólo de allí bruta el Agua Viva que me lleva a la fidelidad cotidiana.
El deseo de Judas
El corazón de Judas está cerca de sus propios intereses. Por eso se escandaliza de las actitudes del amigo:
"Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado. Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales. María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: "¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?". Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella. Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre"." (Jn 12,1-8)
Y por eso no teme llegar a una traición… que le será redituable:
“Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de eliminar a Jesús, porque tenían medio del pueblo. Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era uno de los Doce. Este fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia sobre el modo de entregárselo. Ellos se alegraron y convinieron en darle dinero. Judas aceptó y buscaba una ocasión propicia para entregarlo sin que se enterara el pueblo.” (Lc 22, 2-6)
La Pascua también es descubrir que la fuente de mis deseos se puede manchar por mis pecados… pero “la misericordia triunfa sobre el juicio” (Stg 2,13).
¿Dónde está la fuente de tus deseos en esta Semana Santa que estamos viviendo?
En no dejarme vencer por el dolor y la maraña que lo envuelve. Compartirlo con Jesús y tener paz interior. Hablar, pensar y decidir con libertad interior y amar mas allá de todo ...............