La Virgen que se venera en la Parroquia bajo su advocación tiene su historia particular. Como estamos en las vísperas de comenzar su Novena, es bueno recordar su semblanza.
En primer lugar, fue bendecida por el Papa Juan XXIII. El Papa Bueno imploró la gracia divina sobre esta imagen pensando en los habitantes de Paraná que se aprontaban a renovar la ciudad con el anuncio de la vida que el Hijo de María nos regala. Por eso, en el contemplar esta imagen, el Sucesor de los Apóstoles nos sigue confirmando en nuestra fe (Lc 22,32).
Hizo su entrada triunfal a la ciudad el 26 de marzo de 1960. Descansaba en su última parada desde la Ciudad Eterna en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe. Desde allí fue trasladada por la Nave Capitana de la subprefectura de Santa Fe y escoltada por la “Flota Mariana Cruciforme”. Recibida por una multitud en medio de repiques de sirenas de las embarcaciones ancladas en el puerto, sueltas de palomas y el vuelo rasante de los aviones de la II Brigada Aérea. Desde allí fue llevada en procesión hasta la Catedral de Paraná, donde fue entronizada. En ese lugar el Intendente le hizo entrega simbólica de las llaves de la ciudad. Por esto podríamos decir que es esta Imagen de la Virgen de la Medalla Milagrosa quién está invitada a entrar, y puede, en cada una de las casas de Paraná para impetrar la bendición divina contra todo mal que su Hijo nos ofrenda.
El motivo de su llega a la Ciudad fue el de presidir la Primera Misión Ciudadana. María, como en Caná de Galilea, volvería a mostrarnos a Jesús y decirnos “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2,5). Ese evento evangelizador implicó la gran renovación católica de esta ciudad. En el marco de la “conversión pastoral” a la que estamos llamados, esta imagen nos vuelve a colocar en las fuentes mismas del accionar apostólico del discípulo misionero.
El 27 de noviembre de 1960 fue trasladada al ámbito de lo que es hoy nuestra Parroquia. Por lo tanto, podemos decir que en esta Fiesta Patronal celebraremos las ”bodas de oro” de su permanencia entre nosotros.
Mañana comenzaremos su Novena Patronal.
Hola Padre, que belleza la de Nuestra Madre, muchas Bendiciones para usted y toda su comunidad en esta fiesta tan bella que van a celabrar. Que Nuestra Madre cuide y guie a ese bello pueblo x el camino mas hermoso que hay hacia Jesús, y que a usted le siga brindando esa fortaleza y amor, puro, cincero y verdadero, para seguir los pasos de NUestro Señor.
Con mucho cariño y afecto, un gran abrazo, asta siempre.