La luz se pierde en el horizonte. Todo el fulgor de lo que era una realidad que marcaba presencia… se tiñe en la desilusión de lo perecedero. La suave brisa que el mueve el agua del rio nos acompaña. Queda un leve destello del esplendor de las cosas. Tenue, la oscuridad va ganando la batalla. Las tinieblas invaden con un dejo de tristeza el corazón. Es tiempo de melancolía; de añorar tremendamente lo lejano que es esa luz inalcanzable. La ciencia trastabilla con sus razones. Es tiempo de poetas y músicos, es tiempo de relacionarse con el signo, es tiempo de buscar a tientas y gozarse con las migajas de un breve encuentro.
Agradezco profundamente que lo católico no sea crepúsculo sino amanecer. La luz tenue del caminar es la misma, más la melancolía no nos invade. Sólo es inquietud de un corazón, que sabe que en el horizonte no está la oscuridad y la nada. Está el sol que nace de lo alto, la “madrugada total”. Es tiempo de poetas y músicos que vislumbran lo que se está viniendo, es tiempo búsqueda en esperanza y gozarse con las migaja de un breve encuentro, anticipo de la plenitud final.
Hermoso Padre, no solo por lo poético sino porque queda clara nuestra fe y nuestra esperanza, sin estas virtudes para que caminar................
Paz y bien, mi estimado padre Fabian, la verdad que esta muy bueno dar gracias de que no haigan catolicos crepùsculos, mas bien si hay tristezas, añoranzas, que sean por hacercarnos al que nos da la vida,Jesùs que es el principio y el final de toda las melodias, poetas, escritores y soñadores. Con el se termina todo lo que es crepùsculo, porque " JESUS ES LA LUZ DEL MUNDO QUE BRILLA EN LA OSCURIDAD " bien dice usted, que muchos buscan lo que es el anticipo de la plenitud final, y ¿quien es la plenitud final? JESUS EL SEÑOR!!!. Gracias padre Fabien por su escrito y muy buena esta para aquellos que por ahi, quedamos en el crepùsculo de la vida, Bendiciones, de corazon a corazon, ELBA A AQUINO.