Orarle al Padre en nuestra habitación interior y en comunidad, nos pidió Jesús. Los templos son espacios consagrados para ser casas de oración.
Meditación del Evangelio de Hoy: Lucas 19,45-48
Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Una reflexión en video sobre la Casa de Oración
https://www.youtube.com/watch?v=KHNq1K6DbhY