Cuando escuchamos hablar de los Lecop, los Federales, los Patacones (entre muchos otros) a los argentinos se nos eriza la piel. Estos son los nombres de algunos de los bonos (o cuasi-monedas como le decían por entonces) con los cuales comenzamos este milenio.
Al principio fue una solución. No había muchos pesos en circulación en ese momento. Su venida fue un alivio para todos aquellos que no podían cobrar sueldos o pagar deudas. Su debut de uno a uno con el peso dinamizó la economía. Pero, con el correr del tiempo, su devaluación sirvió para disfrazar la inflación y meterle la mano (con mucho disimulo) al bolsillo de los pobres. Respiramos con alivio cuando los quitaron de circulación, aunque con ellos se fuera más de la mitad de su valor nominal. Y en ese momento, aunque no lo gritamos, un ¡nunca más! afloraba mudo de nuestras gargantas.
En estos días, charlando con alguien, me decía que volverían los bonos. Hasta arriesgó un nombre, Urquiza, y me dijo que hace dos meses que están impresos. Yo lo miraba sonriendo, pensando en mis adentros que que el calor del verano le había cocinado el coco.
Hoy leí esta noticia en el Diario de Paraná: “Pueden volver los bonos como parte del salario”. Si bien está en potencial y habla de una ciudad de otra provincia (Roque Sáenz Peña – Chaco) el temor es real. Y las preguntas… ¿será solo algo de esta ciudad? ¿será que se está haciendo de esto un banco de pruebas para ver las reacciones y luego largar el tema a nivel nacional (Capitanich, el gobernador de esta provincia es aliado incondicional de los Kirchner)?
Espero que sean solamente temores míos y que se los lleve la lluvia que está calmando la sequía de esta zona… espero que sea así.
Actualización del 9 de febrero de 2009: parece que los diputados radicales de Entre Ríos también están preocupados por el tema. Por lo menos eso dice Análisis digital en su página