“Uy, que pena… ya es tarde… no la vamos a recuperar… está muy dañada… hay que sacarla.” Esto fue, más o menos, lo que me dijo el dentista el lunes por la tarde. Me dio unos antibióticos y me pidió que consultara con mi clínico si me autorizaba a extraerme la muela. Lo del clínico es porque soy diabético.
El miércoles llamé al médico al consultorio donde atiende ese día. Me dijo que el dentista me tratara como un paciente normal, que mi diabetes estaba controlada y no habría problemas. Así que me puse en contacto con el verdugo… digo… con el dentista, que me dio turno para hoy a la mañana.
A las 10 entré al consultorio. Me puso una inyección. Charlamos. Me puso otra. Charlamos. Me cuenta que quiere hacer un blog sobre su profesión y me pide algún consejo. Me puso otra inyección en la zona del paladar. Charlamos sobre los datos técnicos para la construcción de los sitios web. Empezó a amontonar herramientas y me pidió que abriera la boca. Me indica que si sentía dolor que levantara la mano. Y empezó a hacer fuerza. No sé qué instrumentos usaba porque tenía mis ojos cerrados. Pero se notaba que hacía fuerza y no pasaba nada.
En eso me dice que la muela está muy cariada y no la puede agarrar bien porque se parte. Entonces invoco a la Virgen para que me cubra con su manto y guíe la mano del dentista. No pasaron 10 segundos que siento como se desliza suavemente la muela saliendo del sitio original. Va a buscar otra herramienta y me dice que falta una pequeña raíz… que está difícil… que si siento dolor que levante la mano… Entonces introduce la pinza en mi boca… no pasan diez segundos que la saca, me muestra el trocito de muela restante y me dice: “Debés tener un buen Ángel de la Guarda”. Entonces yo le cuento que invoqué a la Virgen. El, sonriendo, me dice que no es la primera vez que le pasa algo así.
Me dio calmantes. Sigo con los antibióticos. Y le está costando cicatrizar… normal por mi diabetes. Me duele un poco y me vuelvo a decir: ¡¿Porqué no fui antes al dentista?!
Que se mejore pronto p
adre!!!pienso que nuestra Madre está siempre cerquita nuestro para darnos una mano.Muchísimas veces me ayudó!!!y en momentos muy difíciles!Cuídese padre Fabián y la próxima vez trate de ir antes al dentista.