Hay quienes no rezan porque no creen en Dios. Hay otros que no rezan porque son indiferentes en su vida al paso del Señor. Pero también hay quienes no rezan porque simplemente no saben como hacerlo (porque no le enseñaron o lo olvidaron por no practicarlo). Para aquellos que quieran tener un breve momento diario de oración, frente a la pantalla de computación, les recomiendo este sitio de nuestros hermanos Jesuitas.
Seguramente, algunos, al escuchar este último nombre huirán espantados. Moldeados por los mitos modernos, se piensa que los Jesuitas solamente son hombres ávidos de poder y posiciones en la Iglesia. Es interesante el comentario que hace el redactor de la página al comienzo. Se los transcribo:
«Cuando Ignacio de Loyola fue a la Universidad de París, un grupo de jóvenes se reunía con él. ¿Qué hacía Ignacio? Les enseñaba a orar, en la forma que fue luego conocida como los Ejercicios Espirituales. Como Ignacio fue un destacado soldado, algunos piensan que fundó una especie de ejército. En realidad, lo que los unía no era una especie de disciplina militar, sino que una experiencia compartida en los Ejercicios. Muchos otros la compartían, y se convertían.»
Luego habla de la oración y el ecumenismo y termina diciendo:
«La historia secreta de la Iglesia no está en los Concilios, doctrinas, cruzadas o los Obispos; menos aún en las iglesias y catedrales, sino que en el cuerpo de cristianos que oran al Padre a través de su Hijo Jesucristo: lo que podríamos llamar la tradición contemplativa, en la que hombres y mujeres compartían un Espacio Sagrado.»
La invitación, entonces, es compartir desde la pantalla de la computadora, una experiencia de encuentro personal con el Señor. Eso sí, una recomendación que me hacía mi director espiritual en el Seminario: «más que leer muchas cosas sobre la oración hay que practicarla diariamente». Esto porque la cuestión no es leer solamente. Hay que ponerse en la presencia de Dios y dialogar luego con él. La página web solamente les indicará lo que ustedes deben hacer. Pero si no lo hacen ustedes, no hay oración posible.
De verdad al entrar en la página «Espacio Sagrado», me ayudó porque no tenía un buen día por motivos de salud, pero me dio ánimo busqué un libro y me encontré con esta frase de Jesús «¡ No te quedes postrado, has sido creado para la vida ! ¡ Retoma el camino una vez más ! ¡ Aquí estoy Señor ! »
Porque si bien trabajo mucho para el Señor a veces nos abate el desinterés, el desamor y caemos en desgano...¡qué sería de nuestra relación con Dios, sin oración!. Orar también es saber escuchar en cada instante la voz de Dios y responderle con obras, con palabras, con actitudes, con silencios....
Efectivamente, como decía Santa Teresa de Jesús, no conviene hablar de nada que antes no se haya probado o vivido.
Un saludo cordial.