Hoy tuvimos nuestra reunión mensual. Nos recibió la madre de parroquias San Francisco de Borja, presta a celebrar sus 124 años de existencia comunitaria.

Comenzamos, como de costumbre, con el rezo de la hora tercia. La broma fue preguntarnos si, cuando no teníamos wifi, estábamos exceptuados del rezo del breviario. Es que la mayoría de los presentes sacamos celulares o tablets para el rezo…

clero

Esta es la fotito de los presentes. La silla vacía es de un servidor, que hace de fotógrafo. Si notan bien, las sillas dobles muestran la prudencia organizativa del párroco y vicario: una sola silla atentaría la atracción de la gravedad hacia el centro de la tierra que ejercerían algunos presbíteros excedidos de peso... los otros... ¡no yo! :-D .

La reunión fue muy fructífera, ya sea porque se trataron temas muy interesantes como por el clima distendido y ameno que reinaba entre los presentes. Yo lo disfruté mucho, ya sea por el encuentro humano como por todas las cuestiones pastorales que pudimos compartir y discernir. Se tocaron varios temas de la actualidad eclesial reciente y organizativos del próximo mes.

Cuando uno se detiene a pensar luego de este tipo de encuentros… se da cuenta de la vida oculta que tiene nuestra Iglesia. Esa vida que es muy fecunda y no sale reflejada en los medios. El consuelo es que, al permanecer casi en secreto… “tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mt 6,4).

Claro… el broche de oro de la reunión fueron las pamplonas de cerdo y de pollo, acompañadas por ensaladas de verdura y regadas por un buen vino tinto, que nos presentó al final el padre Agustín Hertel. Es que, entre curas… la mística se acompaña con la mástica o corre el riesgo de quedar incompleta. Y estas delicias se dejaron comer a gusto y placer de los comensales. ¡Volveremos Agustín!!!

Más allá de este chiste, es muy lindo el clima fraterno que se está viviendo entre los sacerdotes de la Arquidiócesis de Paraná últimamente. En lo particular, he disfrutado muchísimo tanto las últimas reuniones de decanato como el último encuentro general del clero que tuvimos a fines de agosto. Se los comparto como experiencia de fe.

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