Hay un deseo del Jesús histórico: que el fuego que ha venido a traer incendie a toda la humanidad. Es el fuego que nos regalará luego de Pentecostés, el Fuego del Espíritu Santo.
Los católicos no estamos solos: estamos habitados por la Divinidad que nos ha marcado con su sello. Sobre esto hable en este video:
https://www.youtube.com/watch?v=hXd_YG3A4IU
Pero... hay veces que ese Dios Vivo se nos oscurece... o, más bien, lo dejamos en penumbras porque buscamos otras luces "mejores" o "más potentes". pero Él está ahí, siempre está. Basta que te vuelvas nuevamente a Él para reencontrarte con su Presencia.