Este jesuita italiano es uno de los grandes maestros de la música de las reducciones jesuíticas. Aquí pueden conocer detalles de su vida.
Cuando me quejé de que nuestros templos de Paraná eran galpones disfrazados fue pensando en que con poco dinero y mucho "ingenio" se pueden hacer cosas bellas y sacras.
Cuando dije que no había problemas en usar la guitarra en la Misa era para afirmar que la música litúrgica debe comenzar por aprovechar los instrumentos y voces que tiene: no para caer el la mediocridad sino para crecer en la expresión del Misterio y del Pueblo que lo canta.
Un video de la “Sonata en la mayor” de Doménico Zípoli nos introduce en la belleza de la música y del arte sagrado. Para escuchar, ver y aprender en estos tiempos que son de Nueva Evangelización.
Y, sobre todo, un gran desafío lanzado al aire a los católicos que son artistas.
Hola Padre,
Interesante Artículo. No me gustan los galpones disfrazados. Otro tema que me irrita es que esos lugares dan lugar para que la gente hable y hable.... y las señoras se saluden... que feo...
No es mi intención ser mala onda... pero se ha perdido el silencio... alguna pastoral para recuperarlo?