Para todos aquellos que quieran hacerla en este su día patronal:
Postrado ante tu acatamiento,
Virgen de la Medalla Milagrosa,
y después de saludarte en el augusto misterio
de tu concepción sin mancha,
te elijo desde ahora y para siempre,
por mi madre, abogada, reina y señora
de todas mis acciones
y protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen purísima,
no olvidarte jamás,
ni tu culto,
ni los intereses de tu gloria,
a la vez que te prometo también
promover en los que me rodean tu amor.
Recíbeme, madre tierna, desde este momento
y se para mí el refugio en esta vida
y el sostén en la hora de la muerte.
Amén.
Gracias Padre por esta entrada. Somos muchos que hoy la recordamos y nos consagramos a ella.
Un abrazo en Cristo y Maria.
Padre me parece muy lindo su blog dice cosas muy hermosas y sabias, aunque no soy catolica creo mucho en la virgen y hace varios años que voy a esta iglesia todos los 27 de noviembre de cada año a agradecerle a la virgen tantas cosas que hizo por mi familia y hasta bautice a mi hijo en esa iglesia. Que Dios y la Virgen lo bendiga, muchas gracias por las palabras.