Los traslados son complicados... pero hay que hacerlos cuando es necesario. Para los que leyeron el título, no piensen que me estoy cambiando de parroquia. No me refiero a eso. Es el cambio de casita que he hecho con este blog (hosting dónde está alojado). Es el cuarto.
El primero fue imperceptible para los que conocen solamente este sitio: pasé del blog gratuito elcura.blogspot.com a tener dirección propia en un servidor alquilado para que me lo aloje. Como no entendía mucho del tema en ese momento (ahora tampoco... ) el primer servidor corría bajo el sistema operativo Windows. Lo cual ocasionaba problemas con la configuración del programa WordPress que es quién hace la magia de que ustedes vean lo que ven en pantalla. Eso se sumó a que las visitas fueron aumentando de a poco... resultado... los del hosting me sacaron de línea porque el consumo era mayor al que tenía contratado. No hay problema con eso... el problema fue que no me avisaron antes.
Contraté entonces mi segundo servidor. Este corría ya sobre Linux, lo cual hacía mucho más agradable el uso del WordPress. Costó un poco el volver a subir todo y configurar nuevamente el sitio. Por inexperiencia di varias vueltas de más, ya que no había guardado la base de datos y debí rehacer mis pasos. Pero todo resultó airoso. El servicio andaba bien. Pero me molesté mucho hace casi un año cuando se cayó el sistema y no me avisaron. Estuve dos días fuera de línea y tuve que avisar para que me lo habilitaran de nuevo. Eso sumado a algunas cuestiones de servicio técnico que me fueron provocando algunas molestias...
Este año conocí a la gente dueña del servicio de hosting Solo10. En esta semana cambié de casita mi blog. Por eso la ausencia en las publicaciones. Pero ya está casi todo andando como antes. Y más rápida la carga, lo cual es buenísimo.
En este viernes de video les comparto este sobre un dilema: la gallina o el huevo.
El amor es renunciar a lo que es lícito para uno pero no ayuda a crecer en la vida de pareja. ¿Es así o no?
Es asì, yo renuncié y acà estoy... voy por la vida, no sin alegría, pero sí con la ayuda de Dios al que volví arrepentida por haberlo dejado un poquitin olvidado...