Y el que se crea que tiene todo asegurado… que lo agarre una gripe.
Estuve en cama lunes y martes. Y todavía estoy andando como en el aire… hasta el punto de estar recién por salir a dar clases… cuando terminaron la semana pasada (bue… demencia senil dirán algunos… jaja).
Soy diabético, así que sé por experiencia diaria que la enfermedad limita el cuerpo y uno se debe dejar limitar para así controlarla y que ella no lo controle. Pero esta vez mi “gripe anual” se vino con una sobredosis filosófica. No sé si fue la fiebre… pero pasaron tantas cosas por mi mente. Recuerdos de situaciones, de momentos vividos… todos ellos en esos despertares de media hora entre sueño y sueño al que nos obliga la cama forzada.
Recordar tantas cosas no me dejó pena en el corazón. Pero si me dejó la sensación de “valorar” lo que uno hace… lo pasajero de las vivencias tan “fundamentales” en nuestra consideración pero tan secundarias en el contexto que nos rodea. Corremos apresurados. Queremos atesorar bienes… obras… prestigio… poder… lo que se nos ocurra. Y de golpe lo que poseemos como un tesoro se pierde en la nada… aplastado por los acontecimientos. Somos contingentes. Y nada de lo que poseemos es nuestro. Y nada de lo que hacemos nos pertenece. Y estaríamos destinados a perdernos en la nada si Dios no hubiera salido a nuestro encuentro para invitarnos a su casa eterna. Así de terrible son las cosas presentes. Y así de grandioso es nuestro destino eterno.
Pues bien… acumular… atesorar… buscar figurar… perderse en el placer… para qué: estamos de paso, nomás.
Post data 1: mañana viernes, a la noche, me voy a Esperanza a asesorar una Convivencia con Pedro. Así que les pido oraciones por todos los que participaremos del acontecimiento. Como dura una semana, les voy a dejar programados unos artículos de publicación automática así no me extrañan.
Post data 2: para los que están interesados por la salud de mi auto… ayer por la tarde fui a una reunión al centro de la ciudad… volví agregándole agua cada 10 cuadras… está en el taller porque se rompió la bomba de agua… y si… estamos de paso, nomás. El auto también. :-D
No tenes remedio jajajajaja..................... vos me entendes
Muy bueno el comentario padre, necesitamos darnos cuenta que todo lo que atesoramos, creyendo que tenemos todo, no vale nada, si no tenemos a Dios en nuestro corazón.