La influenza está creciendo en el mundo con el riesgo de convertirse en una pandemia. La manera como se la presenta en los medios de comunicación hace pensar en que es la octava plaga de Egipto. Uno, que no entiende mucho de estas cosas, no sabe si lo que ocurre es una emergencia medica o una psicosis transformada en producto cultural por la tele y afines. Prefiero pensar en lo primero.

El Estado argentino, a través de los organismos de salud pertinentes, está tomando todas les medidas a su alcance para evitar que esta enfermedad ingrese en nuestro país. También ha acumulado vacunas en caso de que esta primera medida no sea suficiente. Sinceras felicitaciones a quienes actúan de esta manera en aras del bien común.

Pero he notado algo. No se si es subjetivo o real… ustedes seguramente están más informados que yo. Desde que surgió la fiebre porcina, prácticamente se dejó de hablar del dengue en la Argentina. La Ministra de Salud, en su momento, dijo que había una emergencia sanitaria nacional. Casi se dicta una ley declarando esto en el Congreso (recuerdan… lo pararon desde el ejecutivo por cuestiones… turísticas…). Hoy, ¿se terminó la epidemia local y por eso se prepara el Estado para hacerle frente a la pandemia extranjera que nos quiere invadir? Mhhh…

A título de mal pensado, la fiebre porcina y las medidas tomadas son la excusa perfecta para no hablar de un tema fruto de un problema serio: el dengue avanzó porque por (descuido… negligencia… desidia… despreocupación… desinformación… no sé que adjetivo usar) no se tomaron las medidas pertinentes para eliminar la fuente de infección, los mosquitos.

Con cifras y estimaciones alteradas al comienzo, algo a lo que nos tienen acostumbrados, cuando explotó preocupó a todos. Hoy casi no se habla del tema. ¿Será porque se erradicó o porque la foránea fiebre la erradicó de la “opinión pública”? En realidad el dengue sigue estando presente entre nosotros. Con muchísimos casos más de los declarados.

Y aquí, con esa costumbre de ser mal pensado, viene el problema: no hay vacunas… simplemente hay que eliminar mosquitos. Y, disculpen… hoy estoy terrible) los mosquitos siguen estando entre nosotros porque no se fumiga. Parece que lo único que se puede hacer es decirles lo que dice esta canción de “pintura fresca”. Le puse como imagen un recorte de los afiches que se repartieron en las escuelas de mi patria chica.

Disculpen. No quiero reírme de la situación que es grave. Pero a veces no queda otra cosa cuando decodificamos las “políticas de estado”.

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2 Comments

  1. Estimados Amigos: Escuché que el Dr. Stambulian comentaba que la gripe porcina mata menos gente que la gripe "común" y criticó muy duramente la "psicosis" que se genera desde los medios de comunicación. Por ejemplo con la "epidemia de gripe" en todo el mndo se dejó de hablar de la crisis. Por supuesto que la gripe porcina existe pero según Stambulian hay permanentemente "pandemias y epidemias" de las que nadie habla.
    Por otra parte es bueno dejar de hablar de la crisis económica, ya que la economía no es una ciencia exacta sino que es una ciencia que se rige por factores sociales. Eso se ve en los gurúes que vaticinan una corrida bancaria, la gente se asusta, van todos a sacar el dinero del banco y logicamente hay corrida (los Bancos nunca tienen todo lo que uno depositó y es totalmente legal que así sea ya que parte está en inversiones que ellos hacen para devolvernos el dinero con intereses). Por eso que no se hable de la crisis es bueno porque gente que no la padece actúa como si la padeciera por el temor. Ahora no me parece bien que se deje de lado el dengue ya que creo yo es igual o más peligroso que esta "chancha gripe" Besos

  2. graciela carmen gonzalez dice:

    Realmente estoy de acuerdo, con respecto al articulo. Desgraciadamente en este bendito país, que es suyo y mío, encendemos fogaratas que luego las apagamos con otras y así todo continua, la atención y la preocupación de nosotros los argentinos fluctúa de un lado hacia el otro porque es la mejor manera de distraernos de la verdad de la realidad nuestra de cada día. Que Dios me perdone si estoy equivocada, pero ya no creo en las grandes pandemias, puesto que todo se magnifica mas de la cuenta, un beso y muchas bendiciones, como siempre solo me quedo con lo que dice mi Señor. Graciela