Muchas veces uno sonríe cuando se simplifica la imagen de la Iglesia Católica. Para que se la entienda, algunos exégetas improvisados utilizan la “o”: hay que elegir entre dos opuestos. La Iglesia es esto y se excluye lo otro.
Sin embargo la catolicidad se manifiesta en el “y”: la iglesia es esto y lo otro, un combo en el cual los aparentes contrarios se incluyen. Esto ocurre no por el deseo de eclécticidad sino por la maternidad que ella ejerce sobre hijos tan distintos, pero sus hijos al fin.
He leído en el Blog del Padre Fortea una entrada muy interesante sobre eso. El se pregunta: ¿en qué Iglesia creo yo? Y se responde de una manera genial. Yo suscribo sus palabras y los invito a que las lean.