Benedicto XVI realizó ayer su catequesis de los miércoles sobre la vida y la obra de San Juan de la Cruz. Les recomiendo que la lean completa desde este link de Zenit.

En la primera parte destaca los acontecimientos sobresalientes de su vida. La segunda parte, que les transcribo a continuación, en breves retazos nos presenta lo fundamental de sus escritos místicos. Lo interesante de esta síntesis es que el Papa no lo hace para que lo lean los monjes y monjas de clausura sino para los cristianos de a pié que somos nosotros. La cita extensa va entre comillas pero no remarcada en un bloque de texto como usualmente suelo hacer en el blog. Esto por la extensión que tiene. Las negrillas son mías y son a modo de comentario de cosas que me han gustado muchísimo.

"Juan es considerado uno de los más importantes poetas líricos de la literatura española. Sus obras mayores son cuatro: Subida al Monte Carmelo, Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor viva.

En el Cántico espiritual, san Juan presenta el camino de purificación del alma, es decir, la progresiva posesión gozosa de Dios, hasta que el alma llega a sentir que ama a Dios con el mismo amor con que es amada por Él. La Llama de amor viva prosigue en esta perspectiva, describiendo más en detalle el estado de unión transformadora con Dios. El ejemplo utilizado por Juan es siempre el del fuego: como el fuego cuanto más arde y consume el leño, tanto más se hace incandescente hasta convertirse en llama, así el Espíritu Santo, que durante la noche oscura purifica y "limpia" el alma, con el tiempo la ilumina y la calienta como si fuese una llama. La vida del alma es una continua fiesta del Espíritu Santo, que deja entrever la gloria de la unión con Dios en la eternidad.

La Subida al Monte Carmelo presenta el itinerario espiritual desde el punto de vista de la purificación progresiva del alma, necesaria para escalar la cumbre de la perfección cristiana, simbolizada por la cima del Monte Carmelo. Esta purificación es propuesta como un camino que el hombre emprende, colaborando con la acción divina, para liberar el alma de todo apego o afecto contrario a la voluntad de Dios. La purificación, que para llegar a la unión de amor con Dios debe ser total, comienza desde la de la vía de los sentidos y prosigue con la que se obtiene por medio de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, que purifican la intención, la memoria y la voluntad. La “Noche oscura" describe el aspecto “pasivo”, es decir, la intervención de Dios en el proceso de “purificación” del alma. El esfuerzo humano, de hecho, es incapaz por sí solo de llegar hasta las raíces profundas de las inclinaciones y de las malas costumbres de la persona: las puede frenar, pero no desarraigarlas totalmente. Para hacerlo, es necesaria la acción especial de Dios que purifica radicalmente el espíritu y lo dispone a la unión de amor con Él. San Juan define "pasiva" esta purificación, precisamente porque, aun aceptada por el alma, es realizada por la acción misteriosa del Espíritu Santo que, como llama de fuego, consume toda impureza. En este estado, el alma es sometida a todo tipo de pruebas, como si se encontrase en una noche oscura.

Estas indicaciones sobre las obras principales del Santo nos ayudan a acercarnos a los puntos sobresalientes de su vasta y profunda doctrina mística, cuyo objetivo es describir un camino seguro para llegar a la santidad, el estado de perfección al que Dios nos llama a todos nosotros. Según Juan de la Cruz, todo lo que existe, creado por Dios, es bueno. A través de las criaturas, podemos llegar al descubrimiento de Aquel que nos ha dejado en ellas su huella. La fe, con todo, es la única fuente dada al hombre para conocer a Dios tal como es Él en sí mismo, como Dios Uno y Trino. Todo lo que Dios quería comunicar al hombre, lo dijo en Jesucristo, su Palabra hecha carne. Él, Jesucristo, es el único y definitivo camino al Padre (cfr Jn 14,6). Cualquier cosa creada no es nada comparada con Dios y nada vale fuera de Él: en consecuencia, para llegar al amor perfecto de Dios, cualquier otro amor debe conformarse en Cristo al amor divino. De aquí deriva la insistencia de san Juan de la Cruz en la necesidad de la purificación y del vaciamiento interior para transformarse en Dios, que es la única meta de la perfección. Esta “purificación” no consiste en la simple falta física de las cosas o de su uso; lo que hace al alma pura y libre, en cambio, es eliminar toda dependencia desordenada de las cosas. Todo debe colocarse en Dios como centro y fin de la vida. El largo y fatigoso proceso de purificación exige el esfuerzo personal, pero el verdadero protagonista es Dios: todo lo que el hombre puede hacer es “disponerse”, estar abierto a la acción divina y no ponerle obstáculos. Viviendo las virtudes teologales, el hombre se eleva y da valor a su propio empeño. El ritmo de crecimiento de la fe, de la esperanza y de la caridad va al mismo paso que la obra de purificación y con la progresiva unión con Dios hasta transformarse en Él. Cuando se llega a esta meta, el alma se sumerge en la misma vida trinitaria, de forma que san Juan afirma que ésta llega a amar a Dios con el mismo amor con que Él la ama, porque la ama en el Espíritu Santo. De ahí que el Doctor Místico sostenga que no existe verdadera unión de amor con Dios si no culmina en la unión trinitaria. En este estado supremo el alma santa lo conoce todo en Dios y ya no debe pasar a través de las criaturas para llegar a Él. El alma se siente ya inundada por el amor divino y se alegra completamente en él.

Queridos hermanos y hermanas, al final queda la cuestión: este santo con su alta mística, con este arduo camino hacia la cima de la perfección, ¿tiene algo que decirnos a nosotros, al cristiano normal que vive en las circunstancias de esta vida de hoy, o es un ejemplo, un modelo solo para pocas almas elegidas que pueden realmente emprender este camino de la purificación, de la ascensión mística? Para encontrar la respuesta debemos ante todo tener presente que la vida de san Juan de la Cruz no fue un “vuelo por las nubes místicas”, sino que fue una vida muy dura, muy práctica y concreta, tanto como reformador de la orden, donde encontró muchas oposiciones, como de superior provincial, como en la cárcel de sus hermanos de religión, donde estuvo expuesto a insultos increíbles y malos tratos físicos. Fue una vida dura, pero precisamente en los meses pasados en la cárcel escribió una de sus obras más bellas. Y así podemos comprender que el camino con Cristo, el ir con Cristo, "el Camino", no es un peso añadido a la ya suficientemente dura carga de nuestra vida, no es algo que haría aún más pesada esta carga, sino algo completamente distinto, es una luz, una fuerza que nos ayuda a llevar esta carga. Si un hombre tiene en sí un gran amor, este amor casi le da alas, y soporta más fácilmente todas las molestias de la vida, porque lleva en sí esta gran luz; esta es la fe: ser amado por Dios y dejarse amar por Dios en Cristo Jesús. Este dejarse amar es la luz que nos ayuda a llevar la carga de cada día. Y la santidad no es obra nuestra, muy difícil, sino que es precisamente esta “apertura”: abrir las ventanas de nuestra alma para que la luz de Dios pueda entrar, no olvidar a Dios porque precisamente en la apertura a su luz se encuentra fuerza, se encuentra la alegría de los redimidos. Oremos al Señor para que nos ayude a encontrar esta santidad, a dejarnos amar por Dios, que es la vocación de todos nosotros y la verdadera redención."

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 Comments

  1. Padre cuanto d verdad hay en este escrito, la santidad no es un cumplimiento d uno mismo ni una plenitud q se da, es un vació q se devuelve y q se acepta y q Dios viene a llenar en la medida en q uno se abre a su plenitud.
    ...Muchas veces intentaba comprender este camino
    ...muchas veces mi alma se resistia ante los designios q Dios tenia y tiene para mi
    ...muchas veces decia q lo amaba y sin embargo era un amor desbastado, un amor a conveniencias solo El pudo quitar las vendas q mis ojos tenían para darle lugar a esa paz q habia perdido y q tanto buscaba, y fue cuando comprendi q mis enemigos astutos solo buscaban engañarme para verme derribada, para q me vea al borde de un abismo sin fin, sin ganas ni aliento a continuar en esta lucha constante con una sociedad corrompida, estos enemigos q se han insinuado en mi intimidad, q son nada mas ni nada menos q una parte de mi misma, la reveldia interior y mi amor propio,q daban lugar a la falsa libertad ellos endurecían a mi corazón y lo desgastaban para alejarme de El, d mi Padre el q me creo, el q me sostiene, para alejarme d Jesucristo mi Señor! El q me rescato y purifica cada dia, para alejarme del Santo Espíritu q me guía e infunde en mi ser todo el amor d la Trinidad!
    La imaginación se creia dueña de la casa, trastornaba todo mi interior y la razón se dejaba engañar de los sentidos, dando lugar a la confucion, al desaliento, a la palabra picante, al sarcasmo y obstruían el camino d mi Padre, con obstáculos imaginarios, estos grandes enemigos d Dios lograban q yo retroceda y me pierda pero El escogió a mis auxiliares y me llevo a mostrárme q solo El es el Soberano de mi ser; pidiéndome obediencia y sumisión a su Voluntad asi fue como volvió en mi interior la luz y a reinar El nuevamente en mi corazon y mi caminar solo lo hago con mi guia seguro a quien me entrego a cada instante y me abandono en El, oh mi buen Jesús, mi divino ejemplar, q tiene poder absoluto sobre mi, ¿a quien ire, sino a Ti? Tu tienes Palabra de vida eterna, mi voluntad solo concentra toda su energía en el acto d amor, venga la tristeza, la soledad q ya no temo estoy en compañía de mi Padre, tengo en mi la fuente de la felicidad y mi único y gran deber es anularme, desaparecer, arrojarme por completo en el seno de su Divina Providencia y dejandolo actuar solo a El, yo nada soy El todo lo tiene, todo lo puede y solo El cuidara y velara por las preciosas almas de mis familiares, yo solo soy instrumento en sus preciosicimas manos, El es el dueño de mi ser por eso le ofresco cada dia mi alma para q la santifiq y la una mas a El, le entrego mi cuerpo para q lo conserve o lo destruya según su gusto, entrego mi vida para q El la tome en el momento q halla escogido y en las circunstancias q halla determinado.Vivo el presente, el pasado y el futuro ya no existen para mi, solo me contenta el ser fiel, siguiendo su Santa Voluntad, aceptándolo todo y tratando entregarle mis acciones diarias por pequeñas q sean pero llenas de amor, este amor q cada dia recibo de El q me llena y q vacío en mi prójimo como El me lo manda.
    Asi estoy hoy vacia pero llena a la vez, se q entendera perfectamente por q es un estado q solo quien ama verdaderamente lo puede comprender por q asi se vive, sin pensamientos, sin obstáculos, sin metas, dejando actuar al Soberano Maestro, una y mil veces me mostró el camino y nada puedo cambiar sino seguir y aceptar todo cuanto mande, y el retroceder para mi seria una perdición cierta.
    Pensar es bueno, orar es mejor todavia pero AMAR LO ES TODO!!!!, es olvidarse, es sacrificarse. Mi ambición no tiene limites, el imperio q quiero gobernar es mi corazón quiero q todas mis aspiraciones sean para el Señor, no quiero aqui sino amar y extender el reino del amor, ¿no hay otra cosa mas hermosa y mas divina? no lo hay SI DIOS ES AMOR!!!!!!!!

  2. Al principio del artículo, se decía que el alma ama a Dios con el mismo Amor con que es amada por Él; que digo que nuestro amor a Dios, obviamente, nunca será el mismo que Él siente hacia nosotros.