Estoy regresando de la despedida de Mons. Mario Maulión como Arzobispo de Paraná. Fue en la Catedral. Había muchísimo clero, algo de religiosos y pocos laicos (la Catedral estaba llena en su nave central y un poco más en las laterales).

La Misa duró más de una hora y media, algo normal para las habituales celebraciones en la Catedral. En su homilía el Arzobispo emérito leyó lo que había preparado sobre la Virgen María y su relación con la Iglesia. Muy lindo teológicamente lo que dijo, aunque uno esperaba que fuera algo más personal sobre sus ocho años caminando sobre esta Iglesia  local. ¿Porque les costará a los Obispos olvidarse un poco de hacer Magisterio y abrir el corazón a la comunidad concreta que tiene adelante? Sinceramente, me quedé con ganas de un testimonio de vida.

Luego, al final de la Misa, hubo palabras de despedida. Un sacerdote leyó lo que decía Aparecida sobre la función del Obispo y dijo algunas generalidades. Una consagrada rescató algunas acciones que había hecho en ese ámbito: fue más concreta y dejó claro de la cálida cercanía del ex-arzobispo para con ellos. Al final, una laica hizo una excelente y sencilla teología sobre la función del Obispo y marcó varios hitos que a los laicos, y a ella, le habían llegado en este tiempo. Fueron las palabras más lindas de la noche.

Yo pensé que el Arzobispo aprovecharía ese momento para decir algo que salga del corazón... pero... dio la bendición final y terminamos la Eucaristía.

De mi parte, muchas bendiciones para este Pastor que dejó estos últimos años su vida entre nosotros. Que el Señor compense todas sus buenas intenciones y complete todo aquello que comenzó o dejó a medio hacer.

Ahora resta esperar al lunes que se haga cargo el nuevo Arzobispo de Paraná.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

3 Comments

  1. La verdad que a mí también me sorprendió un poco que no hablara de su paso por esta diócesis dado el acontecimiento de su partida; pero sinceramente creo que siempre habló desde el corazón. Y quizá en estos momentos siente un profundo agradecimiento a la Madre; tiene el corazón lleno de gratitud en particular hacia Ella.
    Lo recordaré como un buen pastor -con aciertos y desaciertos-, muy sencillo, humilde y por sobre todo muy cercano. Estoy convencida de que durante su pastoreo hubo mucho de la paternidad de Dios.

  2. En lo que a mi respecta, creo q cada obispo es diferente, por ahi nosotros estabamos mas acostumbrados a un pastor tan calido como es Monseñor Karlic. pero con Mauleón senti q él estaba presente cada vez q lo llamabamos en la comunidad, y nunca me voy a olvidar q estaba en la puerta del colegio Don Bosco, recibiendonos una a una a las mujeres q participamos del congreso el año pasado. Su presencia ahi fue un gesto muy lindo y necesario. Tambien nos acompaño durante las marchas. Y sus palabras en las homilias, en epocas tan duras como la q estamos atravesando los catolicos paranaenses, siempre me han llegado y tocado el corazon. le Doy las gracias por todo lo q nos brindo!

  3. ELBA ALEJANDRINA AQUINO dice:

    PAZ Y BIEN , MI ESTIMADO PADRE, MUCHAS VECES SE NOS ES DIFICIL EXPRESAR LOS CENTIMIENTOS, MAS CUANDO SE HA TENIDO QUE CONVIVIR CON UNA COMUNIDAD Y HACERLA FAMILIA, Y QUE MAS DAR Y RECORDAR EL AMOR MATERNAL DE MAMITA MARIA, SI HABLA DE JESUS, TIENE QUE HABLAR DE LA MADRE Y DE SU HIJOS, CREO QUE LAS DESPEDIDAS EN PUBLICOS MAS SI SON FELIGRESES SON DIFICIL YA QUE UNO LO ADOPTA COMO HIJO/AS ,MADRES, PADRE Y HERMANOS, SEGURO QUE MAS COSAS TENIA PARA DECIR ,PERO SE HABRA DEJADO INSPIRAR POR EL AMOR DE LA MADRE DE TODOS, Y LA DEL ESPIRITU SANTO, SALUDOS Y BENDICIONES, DE CORAZON A CORAZON...ELBA